¿Qué es la modernización de aplicaciones?
La modernización de aplicaciones es el proceso de actualizar o sustituir la arquitectura, el código y la infraestructura de las aplicaciones más antiguas, o "heredadas". El término suele hacer referencia al cambio de la infraestructura de una aplicación de un entorno local a una basada en la nube, y suele implicar pasar de una arquitectura de aplicación monolítica a una arquitectura de microservicios o sin servidor. El objetivo es hacer que las aplicaciones sean más escalables, fáciles de mantener y rentables, al tiempo que se reducen los gastos generales operativos.
Al igual que otros tipos de modernización que han tenido lugar en el mundo empresarial (como el cambio de memorandos impresos al correo electrónico), la modernización de las aplicaciones adapta los procesos a las nuevas tecnologías en busca de una mayor eficiencia. La modernización de las aplicaciones heredadas permite a los desarrolladores de esas aplicaciones beneficiarse de la informática en la nube, que es más escalable y tiene una estructura de costes más flexible que los modelos informáticos más antiguos.
La modernización de las aplicaciones suele formar parte de una migración a la nube o de un esfuerzo de transformación digital más amplio.
¿Cómo funciona la modernización de aplicaciones heredadas?
La informática en la nube tiene lugar en máquinas virtuales. Los servicios en la nube son una o más "capas de abstracción" que se eliminan del hardware subyacente. Esto diferencia la nube de la infraestructura local, donde las aplicaciones se ejecutan en servidores específicos y dentro de redes claramente definidas. El proveedor de la nube gestiona el hardware y ofrece servicios a través de conexiones de red. Debido a que la nube está diseñada de esta manera, la informática en la nube es más flexible, ya que es capaz de escalar bajo demanda y elimina algunos de los costes asociados con las operaciones locales.
Mientras que las aplicaciones locales tienden a ser una única entidad monolítica, la arquitectura de las aplicaciones alojadas en la nube suele estar dividida en partes más pequeñas a las que se recurre según las necesidades. La modernización de las aplicaciones puede implicar la adaptación de la arquitectura a este formato (aunque no es el caso de todas las estrategias de modernización de las aplicaciones).
Los conceptos clave para las aplicaciones modernizadas incluyen:
- Microservicios: los microservicios son pequeños componentes implementados de forma independiente, cada uno de los cuales realiza una función específica dentro de una aplicación. Cada uno se ejecuta en su propio entorno y se puede desarrollar y escalar por separado.
- Contenedores: los contenedores empaquetan el código y las dependencias de las aplicaciones para que se ejecuten de forma coherente en diferentes entornos. Suelen utilizarse en arquitecturas de microservicios, aunque no de forma exclusiva.
- Informática sin servidor: este tipo de arquitectura en la nube divide una aplicación en funciones discretas basadas en eventos. Las funciones sin servidor son fragmentos de código individuales que solo se ejecutan bajo demanda. Ten en cuenta que muchas aplicaciones basadas en la nube combinan funciones sin servidor, microservicios y contenedores en una única arquitectura, conectada a través de un portal de API.
- API: las interfaces de programación de aplicaciones (API) actúan como conector para los microservicios y funciones que componen una aplicación basada en la nube y que se ejecutan por separado. Las APIs permiten que una aplicación llame a cada servicio según sea necesario.
- Orquestación: la orquestación es la automatización de las tareas asociadas a la gestión de contenedores. Una arquitectura de aplicación que incluye contenedores suele incluir también algún tipo de orquestación, siendo Kubernetes una de las más comunes.
- Almacenamiento en la nube: hay varios tipos de almacenamiento en la nube para los datos de las aplicaciones, como el almacenamiento de objetos, el almacenamiento de blobs y el almacenamiento en bloques.
- Seguridad nativa de nube: la seguridad nativa de nube está diseñada para proteger la infraestructura de las aplicaciones basadas en la nube, al tiempo que respalda la conformidad y la gobernanza de los datos.
- Integración de la IA: las aplicaciones modernizadas se integran más fácilmente con la IA generativa y la IA agente, que se basan en modelos que se ejecutan de forma remota en la nube en lugar de localmente.
¿Cuáles son las principales estrategias de modernización de aplicaciones?
Las estrategias de modernización de aplicaciones más comunes se conocen con nombres que (en inglés) empiezan por "R". En consecuencia, estas estrategias se conocen como "las 5 R" o "las 7 R".
Las "5 R" (definidas originalmente por Gartner en 2010) son:
- Realojar: también conocida como "lift and shift", esta estrategia de modernización de aplicaciones suele ser la más rápida de llevar a cabo. Una aplicación monolítica local se traslada a la nube y se aloja a través de un proveedor de infraestructura como servicio (IaaS) en lugar de una infraestructura autogestionada. Realojar es como alquilar una casa y remolcarla hasta el aparcamiento de enfrente.
- Refactorización: la refactorización es similar al realojamiento, pero la aplicación se aloja a través de una plataforma como servicio (PaaS) en lugar de IaaS. Esto implica incluso menos gastos generales y más flexibilidad, pero es posible que la aplicación tenga que adaptarse ligeramente a la plataforma del proveedor de la nube. Imagina remolcar una casa a un solar más largo pero más estrecho que el solar en el que estaba antes y añadir un segundo piso a la casa para aprovechar mejor el espacio.
- Revisar: la estrategia de "revisar" implica reescribir parcialmente el código base de la aplicación. Imaginemos que deconstruimos una casa y luego la reconstruimos de acuerdo con un plano más eficiente.
- Reconstruir: esta estrategia de modernización de aplicaciones reescribe la aplicación para su implementación a través de un proveedor de PaaS. Imagina llevar una bola de demolición a una casa y reconstruirla desde cero.
- Reemplazar: esta estrategia descarta las aplicaciones heredadas y las reemplaza por aplicaciones modernizadas o basadas en la nube que ofrecen una funcionalidad similar. Imagina comprar una casa completamente nueva.
Otras estrategias de modernización de aplicaciones (o "R") incluyen:
- Cambio de plataforma: esta estrategia implica realizar algunos cambios en el código para que la aplicación funcione bien en una plataforma en la nube, pero no tantos cambios como con la refactorización.
- Rediseño: el backend de la aplicación se rediseña y se reescribe parcialmente para que funcione mejor en la nube.
- Recompra: similar a la estrategia de "reemplazo": se compra una aplicación de reemplazo a un proveedor diferente al utilizado anteriormente para la aplicación.
¿Qué estrategia de modernización de aplicaciones debe utilizar una organización?
La estrategia adecuada —o más exactamente las estrategias, ya que la mayoría de las organizaciones utilizan más de una— depende de los objetivos de la organización y del presupuesto disponible. Una migración más rápida con un esfuerzo y un coste mínimos suele significar que el realojamiento es la estrategia adecuada al principio. Para la escalabilidad a largo plazo o para admitir prácticas modernas de desarrollo como la integración continua y la implementación continua (CI/CD), pueden ser necesarios cambios más amplios. En estos casos, el rediseño, la refactorización o la reconstrucción de las aplicaciones pueden preparar mejor a las organizaciones para las demandas futuras.
Las organizaciones deben determinar sus objetivos, su calendario y su presupuesto para el proceso de modernización antes de decidir sus estrategias.
¿Cuáles son los pasos principales para la modernización de aplicaciones?
Los pasos específicos difieren según la estrategia y la organización pero, en general, las principales fases de los esfuerzos de modernización de las aplicaciones son:
- Preparación: comienza con la evaluación de cada aplicación candidata a la modernización, identificando sus componentes, buscando todos sus datos y determinando los objetivos posteriores a la modernización para la aplicación (p. ej., ¿quedará expuesta a través de la API? ¿Ofrecerá la misma funcionalidad o una mayor funcionalidad?). Las organizaciones deben incorporar flexibilidad en sus planes, ya que es posible que tengan que ajustarse en respuesta a condiciones inesperadas durante la implementación.
- Modernización: en esta fase, las organizaciones llevan a cabo el plan definido en la fase de preparación, transformando los backends de las aplicaciones y migrando sus datos según sea necesario.
- Transición: las aplicaciones antiguas se retiran y las aplicaciones modernizadas asumen sus funciones. Lo ideal es que esta fase tenga lugar después o durante la modernización para que los procesos empresariales no se vean afectados.
- Funcionamiento continuo: las organizaciones continúan probando, actualizando, manteniendo, protegiendo y mejorando sus aplicaciones modernizadas, aprovisionando más recursos en la nube según sea necesario.
¿Cuáles son los desafíos de la modernización de las aplicaciones?
La modernización de las aplicaciones cuesta a una organización en términos de tiempo, dinero y recursos. Los equipos de desarrollo, DevOps, seguridad y conformidad deben reservar tiempo para trasladar, diseñar y proteger las aplicaciones modernizadas. Es posible que los equipos internos tengan que redirigir el tráfico de red, retirar el hardware e implementar nuevas medidas de seguridad. Sin embargo, lo ideal es que los esfuerzos de modernización de las aplicaciones acaben haciendo que una organización sea más eficiente a largo plazo.
¿Cuáles son las ventajas de la modernización de las aplicaciones?
Las organizaciones no modernizan sus aplicaciones simplemente por aparentar ser "modernas" o por utilizar la nube, sino que buscan beneficiarse de resultados como:
- Desarrollo más rápido: dado que la nube elimina la sobrecarga y la infraestructura, las organizaciones pueden implementar nuevas funciones mucho más rápidamente.
- Hacer que las aplicaciones estén disponibles a través de la API: esto permite que las aplicaciones se integren con otras aplicaciones para un desarrollo más eficiente y procesos automatizados.
- Escalar para el futuro: cuando las organizaciones compran su propia infraestructura, están limitadas por la cantidad de capacidad que compran. Pero la nube es prácticamente ilimitada (aunque la inteligencia artificial está poniendo a prueba la capacidad de los centros de datos preexistentes).
- Mejora del rendimiento de las aplicaciones: una aplicación basada en la nube se puede acceder desde una variedad de ubicaciones sin ralentizar el tráfico de la red ejecutándola a través de un centro de datos (un fenómeno conocido como "Efecto tromboning [desvío de tráfico]").
- Preparación para el futuro: la flexibilidad que ofrecen las estrategias de modernización de aplicaciones permite a las organizaciones aprovechar las nuevas tecnologías y eficiencias a medida que cambian sus necesidades.
- Reducción de la deuda técnica: los lenguajes obsoletos, las implementaciones engorrosas y el hardware en declive pueden sustituirse durante el proceso de modernización.
- Mayor seguridad: trasladar las aplicaciones a la nube elimina muchos de los desafíos de seguridad asociados con las aplicaciones monolíticas locales, aunque la nube conlleva sus propios problemas de seguridad.
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