Para un ingeniero de redes de la década de 1990, pocos eventos eran tan emocionantes como conectar su primera línea de Internet T1. La conexión de una red privada a un proveedor de acceso a Internet (ISP) ascendente parecía un nuevo superpoder.
Sin embargo, esta capacidad también significaba renunciar a la visibilidad y al control una vez que los datos salían de la red local. El símbolo de la nube dibujado en las pizarras se convirtió en la abreviatura de la vasta, desconocida e incontrolable red más allá de las fronteras locales.
Irónicamente, este humilde diagrama dio origen al término "informática en la nube". El tiempo ha pasado deprisa y, ahora, en 2024, las empresas adoptan la transformación de la nube, migran a las aplicaciones SaaS y usan las plataformas en la nube a hiperescala. Sin embargo, a pesar de esta revolución en la prestación de servicios informáticos, una pieza fundamental sigue siendo difícil de alcanzar. Los equipos informáticos siguen careciendo de la visibilidad y el control suficientes sobre las redes y la seguridad.
Llega la "conectividad cloud" — el acto final de la saga de varias décadas de la informática en la nube. La conectividad cloud promete llevar la visibilidad y el control de la red a la era de la nube, completando así el recorrido hacia un mundo totalmente habilitado para la nube.
Lo que comenzó como una idea novedosa — la externalización de la infraestructura informática y de almacenamiento a centros de datos remotos — se ha convertido en la piedra angular de las empresas modernas.
Los proveedores de nube a hiperescala han redefinido lo que es posible en la nube. Se han convertido en el nuevo sustrato para la innovación empresarial digital, permitiendo a empresas de todos los tamaños acceder a tecnología empresarial con un solo clic.
A pesar del progreso de la informática en la nube en las últimas décadas, la red subyacente permanece prácticamente sin cambios. Internet, el pilar de la conectividad cloud, sigue siendo como un puzzle para la mayoría de las empresas. Confían sus datos a los ISP y esperan lo mejor, haciéndose eco del voto de confianza que dieron aquellos ingenieros de red de los 90.
La pandemia de la COVID-19 puso al descubierto las limitaciones de las redes heredadas,y la seguridad en la que confiaban para proteger a sus usuarios y datos. A medida que millones de usuarios adoptaron el teletrabajo, el tráfico aumentó a través de redes diseñadas para una era diferente.
La mayoría de los usuarios pensaban que una buena conexión a Internet era todo lo que se necesitaba para acceder a los recursos basados en la nube. La realidad era mucho más compleja. Muchas organizaciones seguían dependiendo de enrevesados esquemas de enrutamiento, que obligaban al tráfico a volver a través de centros de datos corporativos y dispositivos de redes privadas virtuales. Este modelo, diseñado para una época en la que las aplicaciones se alojaban en centros de datos locales, creaba congestiones y degradaba el rendimiento para los usuarios.
El cambio repentino al teletrabajo también creó una tormenta perfecta de vulnerabilidades de seguridad. Los ciberdelincuentes se apresuraron a localizar las redes corporativas y lanzar ataques selectivos. Los ataques de denegación de servicio distribuido dirigidos a cuellos de botella como las VPN y los enrutadores perimetrales se hicieron comunes, causando estragos entre los directores de informática y los directores de seguridad de la información.
Quizás lo más preocupante fue la mayor pérdida de visibilidad y control de la informática. En las oficinas, los equipos informáticos podían supervisar el rendimiento de la red, solucionar problemas y mantener el protocolo de seguridad con relativa facilidad. Cuando los usuarios empezaros a utilizar innumerables redes domésticas, ese control centralizado desapareció casi de la noche a la mañana, y la experiencia del usuario se vio afectada.
Esta crisis puso de manifiesto una verdad crucial. El modelo tradicional de red en estrella tipo hub-and-spoke, con su dependencia de la seguridad y el control centralizados, no es adecuado para nuestro mundo del teletrabajo, que prioriza la nube. Necesitamos un nuevo enfoque de las redes, que pueda proporcionar la flexibilidad, la seguridad y el rendimiento necesarios para garantizar un ecosistema digital distribuido.
La conectividad cloud aplica los principios revolucionarios de la informática en la nube a la capa de red. Se trata de una plataforma unificada de servicios nativos de nube diseñada para restaurar la visibilidad y el control que les falta a los equipos de informática y de seguridad. Hace que la infraestructura de red y seguridad sea tan dinámica, escalable y programable como el resto de la pila de nube.
No se trata solo de conexiones más rápidas o de menor latencia, aunque sin duda son ventajas. La conectividad cloud representa un cambio fundamental en la forma en que conceptualizamos y gestionamos la arquitectura de red en un mundo multinube habilitado para la IA. Es el eslabón perdido que permitirá por fin a las empresas aprovechar al máximo la eficacia de la informática en la nube.
La conectividad cloud no es solo un avance tecnológico, es indispensable para las empresas. La optimización de la infraestructura de red permite a las empresas aumentar significativamente la productividad. Además, pueden promover el talento "sin fronteras" que trabaja en remoto hoy día, al tiempo que se benefician de la flexibilidad necesaria para apoyar los futuros modelos de trabajo.
Al mismo tiempo, la conectividad cloud puede abrir las puertas a nuevas fuentes de ingresos. Las organizaciones pueden mejorar las capacidades digitales y permitir la implementación rápida de servicios innovadores como la inteligencia artificial.
Esta transformación también puede abordar la carencia crónica de capacidades en ciberseguridad. La automatización de tareas de red complejas y la centralización del control permiten a la conectividad cloud aliviar la sobrecarga de los equipos informáticos y reforzar la seguridad general.
La seguridad y la sostenibilidad, dos preocupaciones clave para las empresas modernas, también pueden mejorar. El énfasis de la conectividad cloud en las arquitecturas "Zero Trust" y la detección avanzada de amenazas ayudan a mejorar la protección de datos y a abordar el número cada vez mayor de ciberriesgos. Mientras tanto, el cambio a las redes definidas por software minimiza la dependencia del hardware físico, lo que reduce el consumo de energía y la huella de carbono.
Por último, la conectividad cloud puede ayudar a eliminar los costes y las vulnerabilidades de los sistemas heredados, porque puede que las organizaciones ya no tengan que comprar, gestionar y proteger el hardware de red local.
La conectividad cloud está preparada para rediseñar el panorama digital. Conforme más organizaciones adopten este modelo de red, empezarán a aprovechar plenamente el potencial de conectar a los usuarios e integrar la seguridad en su ecosistema de nube más amplio. La implementación de la IA y del aprendizaje automático ayudará a mejorar los beneficios de la optimización de las operaciones y a abordar proactivamente los problemas de la red.
La nube ha recorrido un largo camino desde aquellas primeras representaciones de una red desconocida e incontrolada en las pizarras de los equipos informáticos. Después de años desarrollando lo que hay en la nube, ahora podemos centrarnos en cómo conectar todos los recursos y a todos los usuarios a la nube, de forma segura y eficiente. La conectividad cloud es la última frontera de la transformación de la nube, y también es la puerta de entrada a la próxima era de los negocios digitales.
Este artículo forma parte de un conjunto de publicaciones sobre las últimas tendencias y temas que afectan a los responsables de la toma de decisiones sobre tecnología en la actualidad.
Más información sobre la creciente complejidad de las operaciones informáticas y de seguridad en el estudio de investigación de Forrester: "Regaining control with a connectivity cloud" (Recupera el control con una conectividad cloud).
John Engates — @jengates, director técnico, Cloudflare
Después de leer este artículo podrás entender:
Cómo la consolidación y la conectividad desempeñan un papel clave en un futuro seguro
Las limitaciones actuales de las redes heredadas
La necesidad de un cambio fundamental en la forma en que gestionamos la arquitectura de red